Entrevista a José Vicente González
´Si el Gobierno envía a sus hombres de negro a la C. Valenciana, ¿qué van a hacer, cerrar hospitales?´
“Yo creo que ya ha llegado el momento de que los valencianos digamos “hasta aquí hemos llegado””, afirma el presidente de Cierval
20.07.2014 | 02:46
Los responsables empresariales valencianos dieron dos puñetazos en la mesa la semana pasada. Uno para exigir al Gobierno central un trato justo en financiación e infraestructuras y mostrar su indignación con el «ninguneo». Y otro para corregir la beligerancia de Alberto Fabra con Cataluña, poco beneficiosa para las relaciones económicas. González asegura que el camino reivindicativo que han iniciado no tiene retorno. «Llegaremos hasta donde haga falta».
Miguel Ángel Sánchez Después de los pasos que han dado para intentar entrevistarse con el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, y la escasa respuesta que han tenido, ¿no les queda la impresión de que les está dando esquinazo?
La cita con el señor Montoro la pidió el Presidente de la Generalitat, y él continúa convencido de que como muy tarde, la primera semana de agosto vamos a tener esa entrevista. Nosotros le vamos a mandar una carta a la Ministra de Fomento para el asunto qué fue el motivo de la reunión, que eran las inversiones regionalizables en la Comunitat Valenciana.
¿Se han planteado llegar al presidente del Gobierno con sus reivindicaciones?
Nosotros primero vamos a que nos contesten y ver qué nos contestan, y a partir de ahí actuaremos. Creo que ya lo he dicho en alguna ocasión y lo vuelvo a repetir, esto es una cuestión eminentemente política, y la persona a la cual la Constitución le confiere la dirección de la política del Estado es el Presidente del Gobierno, por lo tanto es quien tiene la capacidad para decir a cada ministerio qué es lo más conveniente que tiene que hacer.
¿Cómo interpretaron la llamada del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, al día siguiente de que hicieran públicas sus reclamaciones sobre financiación?
Claramente, y así nos lo transmitió en la reunión que tuvimos, suscribía lo que habíamos dicho y nos pidió que hiciéramos un frente común para defender estas cosas. Nosotros queremos que a éste carro se sume todo el mundo y que cada cual haga lo que le corresponde. Evidentemente la Generalitat tiene una forma determinada de enfocar las cosas. Nosotros vamos a seguir colaborando con ella y siendo leales. Pero también vamos a continuar con nuestro calendario y nuestras reivindicaciones.
¿Considera que Fabra se sintió molesto por la forma en que se produjo la respuesta de los empresarios?
No creo que se sintiera molesto, en modo alguno. Todo lo contrario, nos lo agradeció.
La investigación abierta por Bruselas sobre las facturas en los cajones de la Comunitat Valenciana podría suponer una piedra más en el camino hacia una hipotética mejora de la financiación?
No debería ser así. Yo no sé que es lo que hay en el expediente. Lo ha abierto la Unión Europea y la destinataria es la Generalitat valenciana, que no se ha pronunciado todavía, por lo tanto yo no voy a opinar de una cosa que no conozco. No obstante me sorprende que se haga público precisamente en éstos momentos. Pero bueno, en la vida a veces se producen casualidades, y puede subrayar el «a veces» entre comillas. Yo creo que una cosa no tiene que ver con la otra y la infrafinanciación es una evidencia.
¿No considera usted que el papel que está jugando el presidente Alberto Fabra reivindicando un día financiación, callándose otro en una reunión del partido, aplazando las votaciones en el Congreso sobre la reforma del Estatut,.. puede llegar a transmitir señales de debilidad en un momento en el que hay que mostrarse firme?
Yo creo que nosotros tenemos tres problemas con el Gobierno de España. El primero es la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana y creo que no hay nadie que la niegue. Puede existir alguna discrepancia con la cifra, eso sí. Nosotros hicimos un cálculo a «groso modo» y hablamos de 1.100 millones de euros anuales. El segundo problema es cómo vamos a pagar la deuda generada en parte por esa infrafinanciación, y en parte por nuestra propia gestión. Y el tercer problema es el de las inversiones regionalizables del Estado en la Comunitat Valenciana, de las que recibimos el 6,2% del total cuando somos el 10,7% de la población. Son tres cosas distintas y yo creo que hay que reivindicar las tres. Es necesario que no se mezclen porque son tres cosas distintas y deberán resolverse por caminos diferentes. En el caso de las inversiones regionalizables, su solución no exige más dinero por parte del ministerio de Hacienda, solo que se distribuya mejor, de manera más objetiva. No reclamamos una cantidad cifra fija, sino el 10,7% de lo que haya; si hay diez mil millones pues el 10,7 % de esos diez mil millones. Claro, que si lo que nos ofrecen es el 6,2%, nos parece una barbaridad.
Usted había propuesto que el Gobierno condonara a la Generalitat una parte de la deuda…
Está claro que nosotros no vamos a poder pagar esa deuda, por lo tanto hay que buscar soluciones. Yo creo que si la Comunitat Valenciana fuera una empresa, sería una empresa con problemas de financiación
y tesorería graves, pero viable. ¿Qué hace un banco por ejemplo cuando una empresa es viable, puede generar resultados y no puede pagar la deuda en los plazos y en las condiciones que tiene concedidas? Pues no le queda otra solución más que condonar parte de esa deuda y refinanciar la otra a más largo plazo, con unos tipos de interés que permitan que esa empresa que con los excedentes que genera la pueda pagar. Y eso es lo que pedimos.
Barajan ustedes la hipótesis de una posible intervención de la economía valenciana por parte del Gobierno central con la justificación de los reiterados incumplimientos del objetivo de déficit?
No creo que vaya a suceder. Pero me hago una pregunta: ¿para qué la iban a intervenir, qué es lo que van a hacer? Supongamos que sucede y que el Gobierno nos manda a los «hombres de negro» de Madrid. Una vez aquí ¿qué van a hacer? ¿Van a cerrar colegios?, ¿Van a cerrar hospitales? ¿Van a retrasar aún más las ayudas a las personas discapacitadas? ¿En que va a cambiar la cosa, si lo que hace falta es más dinero? Eso suponiendo que los valencianos nos conformáramos y estuviéramos con los brazos caídos una vez más. Yo creo que ya es hora de que digamos hasta aquí hemos llegado.
¿Qué papel jugarían los empresarios en el caso de una intervención? ¿Tomarían la iniciativa en un movimiento en contra?
Estaríamos dispuestos a lo que hiciera falta. E insisto, la cuestión fundamental no es que vengan o no vengan, sino para qué, qué pretenden con eso.
Finalmente, ¿son optimistas o se han resignado a mantener encendida la llama?
Somos realistas y estamos haciendo lo que creemos que tenemos que hacer. Lo que estamos reclamando, y con la voz alta, es bueno para las empresas y para los empresarios, pero también es positivo para el conjunto de la población de la Comunitat Valencian, para cada uno de los ciudadanos. Si la financiación del Estado es la adecuada, tendremos mejores colegios, mejor asistencia médica y al final generaremos más puestos de trabajo, que es lo que más necesitamos.