Vas a comprar en una OPV? Compte si el que vend é una societat de capital risc
La semana pasada, Telepizza protagonizó la peor salida a Bolsa de la historia de España y Parques Reunidos también aterrizó con mal pie. Estos son solo los últimos ejemplos de los desastrosos debuts bursátiles de las empresas propiedad del capital riesgo: eDreams (-77%), Talgo (-51%) o Applus (-44%) ya son las OPV menos rentables desde el estreno de Bankia en 2011.
La renta variable es una excelente vía para que las empresas financien sus planes de crecimiento. Gracias a la Bolsa Telefónica saltó a Latinoamérica, las eléctricas españolas se convirtieron en gigantes y más de una compañía ha evitado la liquidación. Sin embargo, no todas las compañías que dan su salto al parqué tienen la expansión y el crecimiento como principal objetivo. Para el capital riesgo, los mercados son también una vía para desprenderse de un negocio, en los casos en los que resulta difícil encontrar comprador.
Estas operaciones están dirigidas al inversor cualificado que, al menos en teoría, comprende el riesgo de su inversión. Pero una vez comienzan a cotizar, es necesario ser cuidadoso a la hora de apostar por este tipo de empresas, ya que no todas son necesariamente aptas para el pequeño inversor. De hecho, salvo notables excepciones como la de Amadeus, que se ha disparado un 260% desde su regreso a bolsa en 2010, las últimas OPV del capital riesgo no han causado más que disgustos a sus accionistas, con caídas superiores al 45% desde su salto al parqué. CONSULTA las OPV de la Bolsa española.
El último ejemplo es el de Telepizza, una empresa que ya tiene historial como trampa para los inversores. La cadena de pizzerías saltó al parqué en 1996, en plena era de las privatizaciones, y vivió un espectacular rally alcista. Al menos, hasta que en 1999 su fundador y presidente, Leopoldo Fernández Pujals, vendió la empresa. A partir de ahí, todo fue mal. El estallido de la burbuja tecnológica y las dificultades financieras hundieron la acción, que finalmente fue excluida en marzo de 2007, muy por debajo de sus máximos. Tras algunos cambios accionariales, la compañía acabó en manos de los fondos Permira y KKR.
Telepizza volvió a cotizar el pasado miércoles, con el objetivo de que sus propietarios abandonasen la empresa, y de reducir deuda. Pese a que el precio se había fijado en la parte baja de la banda orientativa, la acción cerró la jornada con un batacazo cercano al 20%, protagonizando así el peor debut en la historia de la Bolsa española. Y es que la compañía no atraviesa su mejor momento: está muy endeudada y no prevé salir de pérdidas o repartir dividendos a corto plazo. Es decir, el tipo de empresa a evitar en un mercado volátil, salvo que se quiera especular a corto plazo con los altibajos de su cotización.
La semana pasada también regresó a Bolsa Parques Reunidos aunque, a diferencia de su primer debut, sin elefantes promocionales desbocados por Madrid. El objetivo de esta operación tampoco era financiar un plan de crecimiento, sino reducir deuda y permitir la salida del principal accionista, la firma británica Arle Capital. En este caso, la compañía regresó con mejores perspectivas que cuando abandonó el parqué, convertido en el segundo operador europeo de parques de ocio gracias a una agresiva política de adquisiciones que, por desgracia, disparó la deuda por encima de los 1.000 millones. La acción acumula una caída del 3% desde el pasado jueves.
Y es que, salvo excepciones como Amadeus o Euskaltel, las empresas que el capital riesgo ha sacado a Bolsa desde 2014 han dado pocas alegrías a sus accionistas. Ya sea por la agresiva estrategia de estos fondos, más interesados en beneficiarse con la venta de la empresa que en generar valor para el accionista; porque su accionariado está integrado por entidades financieras y es más susceptible a las salidas de papel; o sencillamente por la mala suerte, algunas de estas OPV destacan entre las menos rentables desde el inicio de la crisis.
Para encontrar valores que hayan hecho perder más dinero al inversor desde su salto al parqué es necesario remontarse a la fraudulenta salida a Bolsa de Bankia, la desastrosa colocación de las cuotas participativas de la CAM o el debut de Vertice 360 y San José, dos pequeños valores que sufrieron con mucha dureza la crisis. No obstante, en el MAB sí es posible encontrar numerosas trampas para el inversor como Vousse (-99%), Nostrum (-88%), Imaginarium (-86%), Bodaclick (-83%) o Catenon (-77%). Por no hablar de valores en los que el ahorrador lo perdió todo, como la ya desaparecida Negocio, cuyos directivos fueron imputados por su participación en el caso de los ERE de Andalucía.
Entre las OPV del capital riesgo, el caso más extremo es el de la agencia de viajes online eDreams, que desde su estreno en abril de 2014 ha perdido más de un 75% de su valor en Bolsa. La operación permitió hacer caja a Permira y Ardiran, pero ha beneficiado poco al accionista: es la tercera OPV menos rentable desde 2009, después de la de Bankia y San José. Aunque salió de pérdidas en 2015, sus títulos no levantan cabeza, en parte porque el mercado desconfía de los valores tecnológicos, cuyo negocio suele a ser más difícil de entender y valorar. Y en parte, porque carece de catalizadores: sus resultados, sin ser malos, no son espectaculares; y el sector afronta una creciente competencia tanto interna como por parte de aerolíneas y hoteles.
Talgo es otro valor que ha hecho perder mucho dinero a quienes entrasen tras la OPV de mayo de 2015. Los títulos cerraron su primera jornada en bolsa con una caída del 9% y en menos de un año han visto desaparecer la mitad de su valor. La inestabilidad política en España y Turquía han pasado factura al fabricante de trenes, cuya cotización depende del anuncio de nuevas adjudicaciones. Asimismo, la caída de los precios del crudo amenaza con paralizar la inversión pública en algunos de sus principales mercados, como Arabia Saudí. Los analistas consideran que estos temores son excesivos y emiten una recomendación media de “Sobreponderar”, pero sin un rebote del crudo o el anuncio de nuevas adjudicaciones, parece improbable que la acción se recupere.
Entre las OPV más desastrosas de los últimos años también figura Applus, que pierde más de un 40% desde que Carlyle e ICG decidieran colocarla en Bolsa en mayo de 2014. La empresa de inspección y certificación, cuyo contrato más famoso es la ITV, despierta desconfianza entre los inversores por la complejidad de su negocio. Además, se ha visto penalizado por las desinversiones de algunos de los accionistas de referencia (Carlyle y Carmignac). Pese a todo, el consenso de analistas también considera que este castigo es exagerado y emite un consejo medio de “Sobreponderar”.
Telepizza, Parques Reunidos y Amadeus no son las únicas empresas propiedad del capital riesgo que podrían volver a cotizar. CVC, PAI y Permira quieren desprenderse de la firma de moda Cortefiel (excluida en 2006), y están teniendo dificultades para encontrar comprador. En este contexto, no sería extraño que estas firmas optaran por sacar la compañía a Bolsa en algún momento de los próximos años.
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