Alfonso Guerra: «La palabra tripartito mejor no la use»
Alfonso Guerra reunió ayer a una generación entera de la Historia de España durante su conferencia en el Club de Encuentro Manuel Broseta. Con las anécdotas de los personajes que abarrotaron anoche la sala de un céntrico hotel de Valencia se podría haber dado fe de los entresijos de la Transición, las guerras en el PSOE o la última actualización al ya famoso IOS 7de Apple, sin salir del salón.
La dirección del PSPV dejó atrás su pedigrí y acudió en manada a arropar al histórico socialista. Juntos, pero no revueltos. El secretario general del PSPV, Ximo Puig, encabezaba la delegación, con antiguos enemigos como Ciprià Císcar, o el expresidente Joan Lerma. También el líder de Cierval, José Vicente González, o el presidente del Puerto de Valencia, Rafael Aznar. Todos acudieron a la llamada de una figura clave de la política del siglo XX. Y Guerra, conocido por no tener pelos en la lengua, no defraudó.
«La palabra tripartito mejor no la use. No me gusta nada», espetó nada más escuchar a los periodistas preguntar por su opinión sobre el conglomerado de siglas que aparecen en las quinielas para desbancar al PP de la Generalitat. Guerra reconoció que estudia con detenimiento las encuestas del CIS y aseguró que, si se extrapolan a la Comunitat, «a lo mejor (al PSPV) no le hacen falta tres socios, sino dos».
Para Cataluña también tuvo palabras antes de pronunciar su conferencia. «No se está atendiendo lo suficiente» a la «gravedad» de una situación en la que unos dirigentes políticos están, según dijo, en referencia a Cataluña, «en una posición de rebeldía» respecto a las leyes. El nacionalismo catalán se ha convertido, a su juicio, en un nacionalismo «orgánico, no democrático, irracional, romántico, místico y mítico» y está empujando a la sociedad a una posición «imposible» que dará unos frutos «espantosos» para el resto de España.