Carta a un joven obrero con motivo de las Elecciones Europeas (III): Izquierda Unida y PODEMOS son hermanos
Martes, 13 de Mayo de 2014 Ramón Fernández y Adrián J. Bertol
Muchas veces se nos pinta a Izquierda Unida y PODEMOS como dos proyectos políticos diferentes. No obstante, comparten muchos rasgos que nos llevan a pensar más bien lo contrario. Ambas formaciones comparten un mismo análisis de la realidad y, en consecuencia, su programa no puede diferir en cuestiones de principio, sino en matices fácilmente corregibles. Teniendo en cuenta estas claves, ¿cómo hemos de analizar el surgimiento de PODEMOS? ¿Qué concepciones se mueven detrás para que goce de tanto respaldo aparente? Y, entonces, ¿por qué los jóvenes de clase obrera hemos de desconfiar de sus propuestas?
Todo ha cambiado…
Decía Lenin que el mayor signo de la expresión teórica del oportunismo en política era siempre buscar excusas para no tener una línea revolucionaria.
Sin embargo, el marxismo-leninismo posee una gran ventaja por el hecho de que nuestros clásicos dejaron plasmados los principios básicos de la línea revolucionaria con una gran claridad, de tal manera que se hacen difíciles las “libre-interpretaciones”. No obstante, como no podría ser de otra manera, no estamos exentos de doble caras que aplauden un texto de Lenin, mientras obran en dirección opuesta con excusas como “la realidad es diferente” o “las cosas han cambiado”.
Y no estamos negando que el mundo cambie. Tenemos ojos igual que tú. Pero una cosa es aceptar el continuo cambio y otra es buscar la excusa para perder de vista los puntos cardinales de una política revolucionaria. A esta mutación de la raíz la llamamos revisionismo. ¿Y qué tiene de grave el revisionismo? Que esta revisión es la antesala de la traición. Veamos.
El sistema productivo no es el mismo
Dice el programa de Izquierda Unida: “Ello implica reconocer que las estructuras productivas han cambiado y que en consecuencia las formas de lucha necesariamente también lo han hecho. El creciente rol de los movimientos sociales (…)”
Hablar de un capitalismo con otra estructura productiva, un capitalismo postindustrial, equivale a decir –de forma encubierta– que la clase obrera ya no es el sujeto que debe hacer la revolución.
Quizás te parezca éste uno de los rasgos del revisionismo más descarado: negar que existas en tanto obrero. Desde luego, decir que la clase obrera no existe es la forma más directa de negarte la capacidad de luchar. Y de ganar.
Hay círculos de intelectuales que, bajo un lenguaje enrevesado, han procurado negar tu importancia social por todos los medios. Negar que seas tú y tu clase la que todo lo produce y todo lo debe decidir. Y es que, si no existes, tampoco puedes ganar ni tú ni la clase obrera y, por lo tanto, no puede haber poder obrero, no puede haber revolución.
Podríamos tirarnos tiempos y tiempos detallando la base político-ideológica de la que parte todo esto o ligar la infiltración de nuevas formas de ideología burguesa en el movimiento obrero, con el aumento de los cuadros intelectuales en la composición en las capas trabajadores, en el marco de un alto desarrollo de las fuerzas productivas…
Sin embargo, te lo explicaremos con una sencilla metáfora, en un párrafo. Pongamos el ejemplo de la vida de un famoso personaje de los años 90: Kurt Cobain.
Kurt Cobain era un creativo rebelde que halló su particular camino hacia la libertad en el mundo de la música alternativa. Le gustaba el punk y el rock duro. Odiaba lo “comercial”, que asociaba al “sistema”, al dinero, a la dominación y a lo simplón.
A Kurt le iba todo bien. Era un “antisistema” y, como “antisistema”, no hacía más que ascender en las listas de ventas.
Su grupo, Nirvana, murió de éxito. Su música se convirtió en comercial y, de este modo, el “sistema” que rechazaba incorporó su particular identidad “antisistema”.
Esta metáfora musical resume la teoría y la práctica de los posmodernos y de PODEMOS (valga la redundancia).
“¿YES WE CAN?”
En España, las “novísimas” formas de lucha y de oportunismo han cuajado a través del “ciudadanismo” y el 15M.
Recogiendo todo esto, el líder de PODEMOS, Pablo Iglesias [1], que llegó a decir que la elección de Obama era un llamamiento al optimismo [2], bebe precisamente de tal lógica; la cual ahonda, curiosamente, en:
– lo peor de las tradiciones ácratas: la desorganización.
– lo peor de las tradiciones socialdemócratas: la política reformista.
Esta suerte “anarco-reformismo” de Pablo Iglesias –y en general de los posmodernos– intenta hacer confluir lo “alternativo”, tejiendo “contrapoder”, “liberando espacios”, realizando “desobediencia civil”, etc.
Los posmodernos no tienen otro objeto que ser asimilados y aceptados por el sistema capitalista, reformándolo mínimamente sin cambiarlo de fondo. ¡Que todo cambie para que todo siga igual! Su propósito es modificar los problemas del capitalismo desde dentro del mismo, creando una especie de organización popular (el “contrapoder”) sin cuestionar el poder de la burguesía a través del Estado; abriendo centros sociales “okupados” sin plantearse la toma del poder (“liberar espacios”); agarrándose a los diminutos resquicios de legalidad burguesa para desarrollar sus formas de lucha (“desobediencia civil”)…
Si leemos las intenciones de PODEMOS, podríamos llegar a creer que su “democratismo” es una cuestión de principios. Ya que, según PODEMOS, la base de la solución de los problemas es el “empoderamiento” de los “ciudadanos” mediante la práctica de la democracia directa.
Sin embargo, a pesar del poco tiempo que llevan en funcionamiento, la cosa no queda tan clara cuando observamos que Pablo Iglesias se reserva amplios poderes para hacer y deshacer.
Echando más leña al fuego, tenemos el oscuro papel de la organización trotskista Izquierda Anticapitalista registrado en sus documentos internos [3].
¿Y qué problema hay con eso? ¿Qué problema hay con que una organización trotskista esté detrás? Ten en cuenta que en toda su historia los grandes hitos del trotskismo han sido:
– Situarse sistemáticamente del mismo lado que los monopolios y el imperialismo.
– Promover la contrarrevolución en los países socialistas.
Otra cuestión oscura de PODEMOS es la incorporación de Jorge Verstrynge, personaje controvertido, no tanto por sus orígenes como por su anti-internacionalista postura contra la inmigración o su “polémico” posicionamiento sobre el pueblo saharaui [4].
Acabando el pequeño repaso a los personajes que les apoyan, detengámonos un momento en otro satélite que orbita en torno a Pablo Iglesias: el rapero conocido por el nombre de Nega, integrante de Los Chikos del Maíz.
Nega, ese analista político
Nos vamos a centrar en sus posicionamientos políticos: su apoyo a SYRIZA en Grecia y a PODEMOS en España [5]. En un artículo, dice:
“Me importa un pimiento el maldito programa, mientras escribo estas líneas ni siquiera lo he leído, pero puedo asegurar que, en líneas generales, es muy parecido al de IU, al de IZAN, al de Bildu, al de las CUP, al PCPE, etc. En definitiva un programa que cualquier persona meridianamente progresista suscribiría: auditoría pública de la deuda, nacionalización de los sectores estratégicos, un plan de vivienda social y la inmediata recuperación de lo público (sanidad y educación) que nos saque de esta miseria extrema. ¿Reformismo? Como la copa de un pino, pero a veces hay que elegir entre reforma y revolución o entre reforma y la nada. Supongo que incluso a los guardianes del marxismo leninismo más ortodoxo les reconforta ver a los jóvenes de Gamonal tirando piedras a las fuerzas de orden público (aunque sea para evitar un Bulevar y no por la revolución socialista) o a sus vecinos parapetándose en un desahucio con los compañeros de la PAH (aunque la PAH abogue por un plan de vivienda social y no por una revolución de corte bolchevique). Estoy seguro de que se emocionaron con la lucha minera aunque entre sus objetivos directos no se encontrara la instauración de un régimen socialista sino el mantenimiento de sus puestos de trabajo. ¿O se atreverán a afirmar que los trabajadores de la limpieza de Madrid eran una horda de reformistas que luchaban únicamente por combatir un ERE y no por el socialismo? Cuidado que la línea que separa reforma de revolución es demasiado compleja. Aviso para navegantes: el que nos acuse de reformistas que se pregunte si ha participado en alguna manifestación en defensa de lo público o en alguna huelga. Si la respuesta es afirmativa que lo medite antes de gritar aquello de ¡reformistas! Si la respuesta es negativa que se pudra.”
Y luego, no sabemos por qué, mete con calzador no sé qué sobre los clásicos marxista-leninistas… Sin embargo, los clásicos nos enseñaron que debemos acabar con la ideología reformista dentro el movimiento obrero. Vamos a ello.
Una explicación que hasta el Nega entendería
ara empezar, hay un línea divisoria clara entre proponer una auditoría pública de la deuda (como si hubiera una parte legítima que hubiera que separar de una “ilegítima”) en vez de decir NO a toda la deuda. Lo último, lo hacemos nosotros.
Esta ya es una delimitación clara entre el campo del reformismo del campo de la revolución.
Por otra parte, es cierto: la lucha de la clase obrera por sí sola es la lucha simple por unas mejores condiciones de vida. Sin más, no pretende a priori superar el sistema capitalista. Tú mismo nos lo podrás reconocer, situarás tus expectativas vitales en la sociedad de hoy, en el capitalismo, no en el socialismo.
Por eso, la vanguardia es fundamental al jugar ese papel de dar un paso más allá, de situar las bases científicas del conflicto entre la clase obrera y la burguesía; situar la necesidad de la superación de este conflicto en el marco del socialismo-comunismo.
El papel de dotar de conciencia, de organizar y de ir avanzando hacía el objetivo estratégico del poder obrero, es el papel del Partido Comunista, el Partido de la clase obrera. El Nega obvia ese detalle: la herramienta clave que hace posible la dialéctica donde un conjunto de luchas parciales por reformas formen parte de la antesala y preparación de la revolución.
Los programas de IU y PODEMOS, así como su propuesta política general, no señalan nada de esto. Por tanto, el papel que juegan es justo el contrario: el de situar falsos horizontes y entregarnos en manos de nuestro enemigo de clase.
Además quizás al Nega le sorprenderá gratamente saber que el Programa electoral del PCPE para estas elecciones europeas no contiene promesas electorales: es un análisis científico de la situación actual y las necesidades revolucionarias del momento. Le animamos a leérselo en su tiempo libre y, si le place, incluir un “Fe de Erratas” en el artículo suyo que hemos mencionado.
La pinza de IU y PODEMOS
Volvamos al planteamiento de ir organizando la fuerza que hará la revolución en torno a un Partido de vanguardia.
Aquellos que niegan que la clase obrera pueda hacer la revolución, tienen tiene su expresión política en los “movimientos ciudadanistas” que odian por encima de todo al Partido de la clase obrera. Los mismos “ciudadanistas” son aquellos que niegan al Partido comunista el realizar sus bloques en las manifestaciones, cantar sus consignas y portar sus banderas.
Se intuye sin demasiada imaginación que tales movimientos ciudadanos puedan acabar jugando el mismo papel que jugó antaño el fascismo. Parecen jugarlo más claramente en Italia con el Movimiento 5 estrellas. Lo juegan ya en Ucrania con el Euromaidán. No obstante, tampoco lo sabemos con certeza. Sólo sabemos que, ante las masas, será más fácil jugar el papel del fascismo a ritmo de “Smells Like Teen Spirit” (huele a espíritu joven) que del “Cara al sol”.
¡Y lo adivinaste! Esto se complementa de maravilla con aquellos que, como IU, les da por “rebajar” el discurso y, sin ningún problema, bajar con facilidad las banderas rojas del proletariado. Al fin y al cabo, y esto nos preocupa, a ojos de las masas es lo mismo hablar de “República Social y Nacional” (como el MSR) que de “República Social y Federal” (como IU). La única diferencia es cuando situamos esa República en términos de clase: una República Socialista, como hace el PCPE.
No sólo esta función práctica de pinza une a PODEMOS e IU, quizás donde se muestra más claramente su confluencia oportunista sea… ¿Adivinas dónde?
¡Exacto! En la misma ilusión de democratizar la UE que demuestra su programa
¿Lo vemos en la siguiente carta?
Notas:
[4] Opinión de Jorge Vestrynge sobre el Sáhara, Salvados en Marruecos, publicado en YouTube.
[5] “Pablo Iglesias: de reformismos y frentes comunes”, Nega, Kaosenlared.net, 16-01-2014.
Cartas a un joven obrero con motivo de las elecciones europeas:
- Presentación
- Segunda carta: Izquierda Unida y su programa
- Tercera carta: Izquierda Unida y PODEMOS son hermanos
- Cuarta carta (saldrá publicada el domingo 18 de mayo).
Ramón Fernández y Adrián J. Bertol son militantes de los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC).