Podemos investiga al consejero de Alicante acusado de suplantar la identidad de un rival. La comisión de garantías del partido en la Comunidad solicita a Francisco Olivares la copia de las dos denuncias que ha presentado contra Ángel Arroyo y advierte de que los hechos podrían concluir en la apertura de un expediente disciplinario
INFORMACIÓN | a. fernández 06.07.2015 | 00:50
PROCESO INTERNO
El sumario por el pucherazo se resolverá de manera «inminente»
Fuentes de la dirección autonómica de Podemos aseguran que el expediente que se ha abierto para esclarecer el posible pucherazo en las primarias de Alicante se resolverá de manera «inminente». Una vez concluido, los miembros del Consejo en la capital podrán alegar si así lo desean.
La comisión de garantías de Podemos en la Comunidad Valenciana acaba de iniciar una investigación para tratar de determinar si el consejero de Alicante Ángel Arroyo suplantó la identidad de otro inscrito en las redes sociales. Este diario destapó el pasado domingo que Francisco Olivares, integrante de la candidatura de En Alicante Podemos –la que perdió las primarias– había presentado dos denuncias en la comisaría contra Arroyo. Le acusaba de crear un perfil en Twitter con su nombre y apellido, y de ligarle con la extrema derecha.
Pues bien, sólo dos días después de que INFORMACIÓN publicara la noticia, un miembro de la comisión de garantías democráticas se puso en contacto con Olivares y le pidió toda la documentación que poseyera. Le trasladó que Arroyo se podría exponer a un expediente disciplinario y le solicitó una copia de las dos denuncias.
Así lo ha confirmado el propio Olivares a este diario. «Me enviaron un correo electrónico el martes y ya les he trasladado toda la información», apunta. Entre los documentos que este inscrito ha remitido a Valencia figura con todo tipo de detalles el relato de los hechos. En primer lugar, el denunciante recuerda que la primera vez que acudió a la comisaría fue en diciembre, semanas antes de que se celebraran las primarias para elegir a la ejecutiva local de Podemos en la ciudad de Alicante. A ese proceso interno concurrían tres listas. Una liderada por Jesús Bustos –la que terminó ganando y en la que estaba incluido Arroyo–, otra capitaneada por Nerea Belmonte –Olivares se encontraba en ella– y una última que promovió Alejandro Martínez. Pues bien, días antes de las votaciones, Olivares se topó en Twitter con una cuenta que llevaba su nombre y que estaba ilustrada con una imagen de José Antonio Primo de Rivera, otra de Francisco Franco, el símbolo de la Falange y el escudo del Águila de San Juan. Aunque el perfil apenas tenía actividad, la persona que lo creó quiso relacionarle a él con la extrema derecha. Porque aparte de seguir a cuentas como Alianza Nacional, Patriotas.es, Juventudes de la Falange o Falange Española, también siguió a sus compañeros de la lista de En Alicante Podemos, como Víctor Fernández, Sergio Faúndez, Inmaculada Romero, Juan Manuel González, Rafael Gallego u Óscar Molina, entre otros.
En esa primera denuncia Olivares aseguró que pensaba quién podía estar detrás del perfil, aunque no dio ningún nombre porque carecía de pruebas. Pero en junio, el denunciante tuvo acceso a una parte de un chat privado de Whatsapp del que formaron parte miembros del Consejo Ciudadano. Y en él, Arroyo al parecer habría escrito que había creado una cuenta de correo electrónico con el nombre de Francisco Olivares: paco.olivares.laso.fuerza.nueva@hotmail.com. Y esa dirección, según Olivares, es la que está enlazada al perfil de Twitter. Por lo menos, eso asegura este inscrito de Podemos en la segunda denuncia que interpuso ante la Policía. Al tener acceso al grupo privado de Whatsapp, se desplazó de nuevo a la comisaría y ya apuntó directamente hacia Ángel Arroyo.
El consejero declaró el pasado sábado que se encuentra «muy tranquilo» y negó haber creado la cuenta falsa, llamada «Ganemos mucho» y que ayer todavía se encontraba operativa. Ahora será la comisión de garantías de Podemos la que determinará si le abre un expediente o, por el contrario, archiva el caso.